- ¿qué harás esta noche?
- viento, ¿y tú?
- nada, hoy no tengo nada qué hacer. es una de esas noches en que no alumbro, ya sabes. mañana volveré a trabajar un poco pero dentro de unos días, ¡ni un pedacito de descanso!
- entiendo… entonces, si esta noche no te veo, quisiera que me escucharas desde tu refugio e imaginaras que cada rugido en las copas más altas de los árboles más antiguos del mundo, es un susurro de mi voz de siglos en tu cuello albino de caracola celeste.
- lo haré, y desde la oscuridad de esta noche vacía, sábete que espero con ansias la noche de mañana para alumbrarte los caminos.
- pensar en ti, román, ¿y tú?
- pensar en ti también, pero además me brincaré las reglas de tu casa y vendré a visitarte a escondidas. bueno, cuando tus papás salgan a llevar a tu abuelita con el médico, ¿te parece?
- ¡sí! además creo que se llevarán a los gemelos porque andan un poco enfermitos. ¿sabes qué haré el resto de esta noche?
- no sé tú, pero yo pensaré en ti mientras siga despierto, y al dormir soñaré contigo y al despertar mañana seguiré pensando en ti, hasta que llegue el momento de mirar tus ojos y sentir tus dulces besos nuevamente. pero, perdón por interrumpirte, amor, dime ¿qué harás?
- te escribiré un poema de amor. trataré de poner en papel lo que siento por ti y lo mucho que te extraño cuando no estás. quisiera tener tu don de poeta para decir cosas tan lindas como esa del viento y de la luna…
- mi vida, ¡te quiero tanto!
- lo mismo que hago todas las noches, menso: caca antes de dormir, ¿y tú?
- yo también, y además voy a mear. pero ¿sabes qué más voy a hacer hasta mañana que te vea otra vez?
- ¿qué harás, amor mío?
- no se tú, pero yo me voy a tirar muchos pedos porque cené muchos frijoles y mañana voy a desayunar lo mismo. y tú, mi amor, ¿qué harás mañana para verme a escondidas?
- caca.
- ¡jajajajajajaja!
- ¡jajajajaja!
- ¡oh! eres tan romántico, amor mío.
- sí, mi vida, ¡y tú eres tan apestoso y pedorro!
- ¡jajajajajajajajaja!
- ¡jajajajajajaja!
- sí, mi vida, tus hermanitos son tan dulces, casi tanto como tú. ¡dejarían de ser tus hermanos!
- ¡mi amor!, escucha: ¿les gustó el juego que les regaló román, twinis?
moraleja: los niños son los únicos confiables. lo que ellos dicen que harán es lo que de verdad hacemos, ¿o no?
3 comentarios:
jajajajajajajajajajajajajajaja
yo creo que mis ideas ya te las robaste, ladrona...en serio, esto parecer cuento de mi familia. cámbiales los nombres y son mis primos
madres, te quedo super cabron.
Y concuerdo con tu moraleja, me cae que si.
besos Joelia!
çok güzel bir site.
Publicar un comentario