no he pretendido herirte
amor mío
la verdad es que saqué a orear las ganas
y se me fueron tras el cuello
y los pezones aparentes de esa loca
yo no quería correr tras ella
su mirada gatuna paralizó mi boca
su sonrisa inquietante movilizó mis piernas
y no hubo camino alguno
que no fuera hacia su talle
y ya estando allí
¿qué puedo decirte?
me llevó hacia su espacio
jalándome de los ojos
me encerró entre sus brazos
me empujó hacia el abismo
me atrapó con su boca
yo no quería seguirla
no deseaba morderle como lo hice
no quería arañarle la espalda
ni rasgarle los muslos
no pretendía absorber de sus lluvias
ni rodear con mi lengua las caderas encendidas
pero allí estaba
dominada por esa piel de tormenta
por esa humedad desquiciante
devorando majestuosos pechos
engullendo ardorosas lenguas
olvidándote
pero no he pretendido herirte
mi intención no ha sido lastimarte
es que mi voluntad es nula
soy débil ante las espaldas bajas
y los cuellos transpirando
¿qué puedo decirte?
ni cercenándome las manos
ni las piernas
ni la boca
lograré no probar otras pieles
tendría que matarme las ganas
tendrías que quitarme las ansias
yo a esas no las alcanzo
la fidelidad no es mi ingrediente
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