abraxas (o el terrible encuentro)

es bueno descubrir que soy capaz de todo, que puedo hacer cualquier cosa que se me ocurra, que tengo la capacidad de ser y hacer lo que decida, por más absurdo o imposible que parezca. he aprendido (y es bueno hacerlo) que esa capacidad está implícita en mí y nada ni nadie externo interviene en ella. yo tengo el control sobre mí misma.

cuando algo trascendente a nivel personal, íntimo, sucede, aprendes que la verdad se encuentra en ti y, si acaso ya lo sabías, confirmas que tú eres un dios, tu propio dios. abraxas existe en nosotros mismos. somos el bien y el mal, la luz y las tinieblas y la oscuridad absoluta. somos nuestro propio ángel y nuestro propio demonio. pasé mucho tiempo de mi vida sin saberlo, simulando una paz interior que no existía, pretendiendo conocerme a fondo sin conocerme ni la mitad. negándome y negando a mi terrorista. lo obligué a minar los campos de las ideas y emociones de tanto oprimirlo. las guerras entre países no son las peores, y podemos ser sanguinarios terroristas de nosotros mismos, más criminales que hussein, peores incluso que bush.

si por las buenas no decidí conocerme y hacer las paces con mis monstruos, por las malas me exigieron sus derechos de libertad y existencia. conocí el infierno, no hay más qué decir. pero aunque en esa ocasión conocí esa otra mitad de mi ser, seguí siendo inconsciente de mi propia verdad. hay veces en que las lecciones de la vida no funcionan o somos demasiado tontos como para comprenderlas. o nos hacemos los sordos y ciegos. tuvo que atacarme el arma emocional de mi mente para confirmar que soy capaz de sobrevivir estando en el fondo. y después tuvo que materializarse uno más de mis miedos para comprender la esencia de la vida, tan sencilla. para aprehenderme en mí misma y trascender de mi piel al aire. la lección es que no importa que nadie me respire en ese aire, yo existo y soy y estoy y vivo. heme aquí en este lugar y en este tiempo. yo puedo equilibrar mis emociones y odiar lo suficiente como para amar después, y enojarme lo suficiente como para encontrar paz al final.

es triste haber tenido que perder algo para entender algo tan sencillo: la vida es vivir plenamente. no es vivir apresurado o triste o deprimido o alterado ni tampoco rebosando de felicidad o en una risa perenne. la vida es caminar y llorar cuando es preciso y dejar pasar. y reír cuando se necesite y ser feliz y también ser odioso de vez en cuando y después pedir disculpas si es necesario, pero sin arrepentimientos, pues así como no hay derecho de alterar a nadie más, tampoco hay derecho de flagelarnos. la vida es no morir trabajando para vivir un poco, el trabajo no termina. es tener lo suficiente y buscar siempre más, luchar por más, ambicionar siempre más, pero sin acongojarnos por no tener más. es entender que lo que tenemos ya es ganancia y no conformarnos, pero sí apreciarlo. es amarnos y saber que en esta vida llegamos solos y nos vamos solos, y que hay quien nos ama pero nadie es eterno y ni ese ser que nos ama es responsable de nuestras emociones. vivir es responsabilizarse de las ideas y las acciones. vivir es ser, no es hacer. sólo seamos.

y quisiera transmitir esto como si fuera roña, pero sólo se aprende en uno mismo. aún soy tan ignorante… qué felicidad!!!

pd. yeah, babe, you are a goddess...