love is in the blooog!!!

para celebrar el cierre de abril, el mes del amor bloggero (como lo instituye la enciclopedia británica de twisted faerie), muestro aquí la historia de otro encuentro amoroso de dos bloggeros y su "inminente" (como dicen ellos) romance real. copiando la idea de kamelie ahora tijeras, he aquí este relato de una dulce realidad.

(les deseo lo mejor de lo mejor en el mundo real a estos dos adictos a la tinta inexistente de las letras tras la pantalla)

love is in the bloooog!!!

el encuentro era inminente. después de días y días de leer su blog e intercambiar mensajes lo descubrí: esa forma de decir, de mostrar el sentir, me atrapó, y su blog ya no fue suficiente para conocerla. la busqué por mensajero, y la encontré. ese día de encuentro virtual fue salvado por ella. no dejábamos de escribir, de jugar con las palabras. inventamos religiones, nos convertimos en dioses y nos lanzamos desde lo alto de la incertidumbre para pasar el fin de semana sin noticias mutuas. pero llegó el lunes y nos buscamos, entre los nicks extraños de conocidos, amigos, familiares y compañeros de trabajo. allí estábamos, coincidimos y los buenos días fueron eternos. no hablé con nadie más, no habló con nadie más, no como lo hacíamos entre nosotros. casi el día entero mirándonos a los ojos a través de dos pantallas y diciéndonos tantas cosas, tanto descubrimiento de almas encerradas. buscando entre letras virtuales la raíz de nuestros pies, la longitud de nuestros caminos, la suavidad de nuestras manos. y sin resistir más la distancia, citamos los cuerpos en el mejor lugar neutral de emociones que exista: el cine. allí estaba yo, esperando, nervioso, ansioso, comprando los boletos y pensando que no llegaría, o que al mirarme se iría, o que mi pantalón estaba demasiado grande, o mi cabello bastante largo y despeinado. trataba de distraerme leyendo una y otra vez las sinopsis de las películas de la semana. ya voy en camino, llego en unos minutos, disculpa mi retraso, dijo una voz al celular. más nervioso aún, pero esperando. me planté frente al cartel enorme de ultraviolet y ví que alguien pasó como relámpago tras el ventanal. pensé, es ella. pero no miré. se acercó entonces diciendo hola, volteé y saludé, con mano y a distancia. no dejábamos de sonreír, ella nerviosa, yo… yo… también. fue su sonrisa lo que me impresionó. nunca había visto una igual, nunca he visto otra así. una sonrisa tan dulce y tan blanca, tan ingenua y transparente. la sonrisa de una niña, y unos ojos dulcísimos llenos de risa, de juegos de la infancia, recordándome la edad de la inocencia, perdida tiempo atrás, olvidada en el panteón de un corazón muy lastimado y dolido. aquí estaba ella ahora. y yo. y la película en donde elijah wood nos miraba a través de sus enormes lentes de fondo de botella y seguía obsesionado por un anillo, como si no hubiera superado the lord of the rings. la maravilla de su presencia esa noche era tal que no podía concebir que se terminara, y después del cine, una nieve nos vino bien. las risas que una horas antes sólo habían sido virtuales, resonaban en el espacio ahora real, y esa sonrisa no se me despegaba de los ojos. pero hubo de terminar el día, y la despedida se hizo necesaria. a tientas en el limbo oscuro de la partida, nos dijimos hasta mañana, prometiendo un nuevo encuentro al comenzar el siguiente día. y así fue. así ha sido. encuentros virtuales matutinos y maravillas de ojos al atardecer. todos los días su sonrisa, desde ese primer momento. todos los días sus palabras en mis ojos y en mis oídos. todos los días su risa y sus manos, sus ojos. y es real, esta aquí. es de verdad. es de verdad.