no soy fotógrafa y siempre me pirateo las imágenes que uso para mis instalaciones, con permiso de los dueños de las fotos, claro. este sábado se inauguró la expo horizontes en lacasadelatíatina y, como les dije en un post pasado, fui invitada a participar. hice muy alegremente mi pieza, me divertí haciéndola y además me gustó, y creo que al menos a dos o tres les agradó. la pieza, por si no fueron, por si van después o por si no la reconocieron (porque no le pusieron cédulas) es un poema escrito sobre la línea de horizonte que se puso de base, siendo este poema horizontal modificado en su recorrido por el sinuoso cuerpo de una hermosa mujer. como un horizonte codiciado, como cuando nuestra vista se pierde al contemplar al ser deseado, como cuando las pupilas se enredan entre las curvas de una figura extasiante, sobre la piel de una diva recostada, sobre el desierto horizontal y lánguido en el que vivimos. no tengo imágenes de la pieza, no tenía cámara a la mano, se las debo por ahora.
me gustó bastante participar, ser invitada y trabajar en una pieza, pues he estado en pausa desde que comenzaron mis problemas de salud y este es un buen retorno, ligero, interesante, para mí, para mi creatividad no atrofiada pero sí detenida.
me gustaron muchas cosas de la expo, como el reencontrarme con gente que hacía mucho no veía, conversar con viejos amigos, coincidir con conocidos agradables, encontrarme a más de un blogstar y saber que sí son reales, jeje. me gustaron todas las piezas, como la del negro, como la de la moni, como un ojo enorme (que no recuerdo el nombre de la autora, sorry), en fin, me gustaron todas pero no en sí el concepto del evento en cuanto a expo de arte se refiere. a mí me dijeron “tema: horizonte. haz lo que quieras sobre el tema, el formato se adecuará a una línea horizontal que rodeará la casa y ésa será tu referencia, tu eje central.” después me enviaron la justificación del tema, la invitación formal, etc., y pensé y boceteé, edité, escribí, tallereé y me histeriquié, para finalmente tener una pieza que me agradara absolutamente, que cerrara en sí misma mi concepto del horizonte y lo mostrara como un todo y no como elementos al azar, adecuados a una línea sin más relación que la pared. vaya, es talvez mi forma de trabajar, es decir, hay un tema, lo asumo de la forma en que yo quiera y desde la disciplina que decida. generalmente decido la instalación incluyendo foto digital, poesía y diversos materiales para instalar. en este caso batallé bastante para definir mi concepto a trabajar, sabía que giraría en torno al horizonte (porque eso me dijeron) y decidí utilizar poesía e imágenes, lo que no decidía era cómo asumir el tema con esas ideas y con qué materiales. comencé con la idea de crear una continuidad que tuviera que ver con la horizontalidad, repitiendo imágenes sólo separadas por poemas breves. pero de repente la idea se me abría mucho, se iba, viajaba y el concepto era tan lejano que no sentía, ni en los bocetos mismos, una conjunción, una comunión, un verdadero concepto, una verdadera pieza, más bien percibía una mala mezcla de piezas unidas a fuerza de un tema impuesto. sin embargo el tema me fascinaba, el horizonte, claro, uno de mis temas más recurrentes. y entonces, a base de trabajo y taller personal, di con la idea perfecta (y gracias, muchas gracias a jill, que con el simple hecho de escucharme me ayudaba a evolucionar en las ideas), entonces trabajé y terminé, porque en realidad en lo que más tardé fue en decidirme, el trabajo en sí fue muy rápido. el caso es que, satisfecha con mi pieza, fui a instalarla el viernes en la noche, cuando se suponía que estaríamos todos los expositores, conviviendo y (según mi imaginación) adaptándonos en la instalación de piezas para conformar un todo armónico y conceptualmente envuelto, total y absoluto. claro que yo ya había pedido un espacio porque mi pieza necesitaba cierto lugar en especial, muro blanco, liso y en esquina. bueno, a esa hora (11 de la noche) ya había muchas piezas instaladas y faltaban muchas aún, yo no estuve con los compañeros de enseguida para ver cómo nos adaptábamos visualmente, y creo que faltó un poco de eso, aunque en realidad, por otro lado, así se podría mostrar la diversidad de conceptos y representaciones del tema. se “podría”, se “debería”, pero creo, a mi punto de vista, que falló algo. o definitivamente yo estuve equivocada todo el tiempo. muchas de las piezas considero yo que nada tenían qué ver con el tema, que fueron sólo piezas superpuestas arriba o abajo o encima de una línea pintada en la pared, en el mejor de los casos. en algunos espacios, esa mentada línea horizontal no existía, y no me refiero a que no estuviera pintada, pues la idea (creía yo) era hacer percibir a los espectadores un horizonte invisible, virtual, pero definitivamente presente, tanto con los conceptos mostrados como con las piezas, físicamente hablando. en algunos rincones, en algunos muros, las obras no “giraban” en torno al horizonte, ni en fondo ni en forma. no sentí un concepto de totalidad, no quiero decir que todos hiciéramos cosas parecidas, para nada, pero sí se siente cuando se trabaja sobre un concepto. que es una gran verdad que cada quien percibe de una obra de arte cosas e ideas distintas, sí, pero una cosa es entender el tema de una u otra manera, entender una representación artística de cierto tema y distinguirlo de otra del mismo tema, y otra es entender algo totalmente ajeno al tema, aunque se haya “puesto” allí. siento que la expo funcionó en algunos casos como un pretexto para montar cosas, para instalar piezas que tenía guardadas o trabajar una idea que me estaba dando vueltas en la cabeza y mostrarla… “¡ah! hay un horizonte… no hay pedo, pues tengo dos, pongo una arriba y otra abajo, la parto en dos, pongo muchas a lo largo, o a ver qué se me ocurre”. considero que fueron muy pocos los casos así, pero creo que los hubo. bien, sé que estoy pareciendo muy odiosa pero repito, no es que las piezas no me hayan gustado, me agradaron todas, las plásticas, las visuales, las dramáticas, las dancísticas, todas, pero no hubo una comunión verdadera en nombre del horizonte.
sé que sonaré más odiosa aún, pero también debo decir para los de lcdltt, que se supone que estamos haciendo un trabajo artístico y el arte es profesional, hacer arte no significa hacer lo primero que se nos ocurra con lo primero que tengamos a la mano. vaya, no es que no sea eso, muchas veces se da la inspiración sin necesidad de mucho trabajo y surge la obra de arte, con las herramientas disponibles o lo mínimo de ellas y con el primer foco encendido de la mañana, pero para decir que surge de un primer intento y en ese mismo queda terminada por obra y gracia de la inspiración y de la experiencia del artista, debe cumplir con una calidad artística superior a un primer boceto inexperto y débil. creo que no se vale llegar y ponerse a experimentar sin apegarse a un mínimo de calidad en la presentación (o representación), no en el caso de una exposición formal. se vale cuando de eso se trata la expo, es válido y necesario. cuando se hace una colectiva de piezas espontáneas, de materiales alternativos, de creación improvisada, y hasta se percibe así la furia y la explosión de conceptos, de sensibilidades, de creatividades. se trata en ese caso de sobrevivir en el arte. pero en una exposición colectiva formal, en donde se lanza una convocatoria y se piden las piezas con anticipación, no se vale llegar a ver qué encontramos, de qué disponemos, a ver cómo acomodo estas piezas sueltas que traigo en la mochila o en la cabeza, sin un trabajo de taller, de retroalimentación personal. no después de que alguien torturó su tiempo y su creatividad viajando a la salada y editando videos; no después de que alguien se desveló concretando un concepto y materializándolo en una mezcla de pinturas, de colores y formas; no después de haber ensayado horas una danza de movimientos que recordaban la melancolía del horizonte; no después de que alguien exteriorizó sus ideas en un trabajo no digo arduo, cansado o interminable, pero sí pensado, analizado.
no quiero decir con esto que hacer arte tenga que ser una tortura, desvelos, músculos y huesos deshechos, clavarse la daga y morir trabajando, para nada. cada quien trabaja a su manera, la creatividad se da de muchas formas, hay quien necesita o le gusta trabajar más, hay quien con sólo girar la muñeca lo hace. hacer arte es endemoniadamente excitante, divertido, hipnotizante, y por ser la labor de nuestra alma, merece nuestro tiempo y nuestro mejor esfuerzo. a donde voy es a que el arte no se saca de la manga.
hablamos de horizontes y el nuestro es infinito, podemos en él crecer cada vez más. el horizonte es un tema, es una inspiración, es una vida. pero esta vez el horizonte se convirtió en un pretexto secundario, en una rima para impresionar, y no en el pretexto único y fantástico para maravillar, para crear.
10 comentarios:
Me gustó mucho tu reseña, y aunque dices que podrías sonar odiosa, siento que te quedaste corta.
Yo me reservé muchos comentarios acerca de la exposición por miedo a ser el amargado o el aguafiestas (títulos que ya al parecer tengo, de todas formas).
Quedé decepcionado por la calidad de muchas de las obras. Algunas de ellas me parecieron tan desechables que apenas y valía la pena el tiempo invertido en voltearlas a ver. Por desgracia, anduve completamente sobrio toda la noche.
Al platicar con varias personas al respecto, me dijeron que le estaba pidiendo peras al olmo. ¿Cómo podía exigir la misma calidad a un artista que hace gratuitamente sus trabajos que a uno que le pagan y vive de eso? En mi opinión, esto no tiene nada que ver con el dinero. Me agradó, por ejemplo, una que nos muestra muchas casitas de Urbi alineadas. Si requirió tiempo, y una inversión, pero el mayor peso de la obra es su creatividad. Que tampoco alcanza niveles nunca antes vistos, debo decir.
Por eso hice mi juramento hace tiempo, en donde me comprometí para luchar en contra de mi propia mediocridad cada minuto de mi vida. Nunca estar conforme y seguir en una búsqueda, que nunca terminará, hacia mi superación personal. Por lo pronto, es la única manera que he encontrado de luchar en contra de la mediocridad que nos rodea.
Atte.
BadBit
sí, la neta me sentí tímida para decir más, y tienes razón, nada tiene qué ver el dinero, aunque es un gran aliciente, la calidad no depende de la lana que te gastes sino de la creatividad y de la responsabilidad para asumirla como un artista y no como un afiche. no me gasté mucho dinero en mi pieza, pues no lo tengo, pero invertí mi tiempo, trabajo de cabeza, trabajo físico, y no digo que sea una gran obra, sé que puedo hacer mucho más y mejor, pero no me la saqué de la manga, es decir, la gente va a ver arte, va a ver cosas interesantes, me parece una mentada de madre de mi parte sacarme una palabreja de la manga y montarla en hilo dental, al menos no si no es de verdad un concepto trabajando y decidido conscientemente. thanks badbit.
Mis impresiones son similares a las suyas.
Ser crítica odiosa es un pleonasmo. Se asume que así es,así siempre será, no tienes por qué disculparte ni apenarte, ni justificarte, ni ser exahustiva en los puntos a favor del evento.
Igual que Badbit, creo que te quedas corta en lo malito de la expo.
saludos.
Comparto totalmente tu opinión.
Tu trabajo fue uno de mis favoritos :) en serio se agradece el empeño
y yo, haciendo gala de la originalidad que todo el tiempo me caracteriza, digo que estoy totalmente de acuerdo contigo. y no suenas odiosa, es la verdad. muchos de los trabajos parecian estar ahi nomas porque los dueños no tenian donde mas ponerlos...
ahhh que lastima que no vivo alla para ver tu obra y lastima que no pusite alguna foto..
hablando de instalaciones aca a ver si empiezo algo con unos artistas visuales, tal vez algo de improvisacion colectiva, ruido y color, nose, andamos en miras de aterrizar algo, me gustaria saber la opinion y/o ideas de cierta chica que hace instalaciones...
saludos joelis bloggera
abrazos hasta alla arribota
En efecto, esos puntos negros demeritaron el trabajo de quienes sí se preocuparon por proporcionar un discurso consistente en su obra. Por otra parte, el poder de convocatoria fue impresionante y la participación muy extensa, eso se valora demasiado.
Me gustó tu obra Joelia, tenía una carga visual y literaria bien definida (no te conocía esa virtud eh? "írela")
Tal vez me faltó añadir que yo decidí no participar por lo mismo: No sentí aportar nada a la exposición. A veces guardar silencio es lo mejor.
Aunque claro, no de por vida y se vale cometer errores para aprender de ellos.
Atte.
BadBit
Hola.
Sé que este será un comentario medio postergado, pero digamos que aprovecho que este fin de semana es el "cierre" (?) de la exposición denominada Horizontes en lcdltt.
Aun a pesar de que formé parte de la (medio des)organización del evento, siento que muchos de los planteamientos originales se perdieron en la emoción inicial de, precisamente, organizar un evento de esta naturaleza. Y lo que en un principio fue una idea interesante (sobre todo por explotable) se convirtió en una desbordante necesidad por "incluir". Llenar los espacios y determinarlos muy vagamente como parte del concepto. Los resultados fueron desalentadores.
Y sí. Cierto, sumamente, desafortunadamente cierto. Fue una buena intención convertida en semidesastre. El caos en medio de una comunidad que ni siquiera puede definirse como tal. Cada quien por su lado, cada quien rascándose su propia espalda de ideas.
Pero habrá que ver que todo esto puede aprovecharse como aprendizaje.
O mejor dicho (y no, no quisiera ver el "lado amable" de la expo), lo que puede rescatarse fue el experimento mismo. Uno que nos hablaba de la posibilidad de trabajar de manera colectiva. Y es precisamente en esa intención donde comienzan a verse unas diferencias.
No sólo porque se vio claramente que hay quienes no tienen intención de "disciplinarse" dentro de la práctica de producción de obras (aquí entran términos como "profesional", "de calidad" y "formales", que son muy riesgosos. Pero no deberían serlo.), sino también porque se están marcando las líneas que distingurán a aquellos que hacen de su práctica un oficio más comprometido, y aquellos que aun sienten la necesidad de ver la práctica de las artes como el sacrificio de iluminados que esperan, después de sufrir y sacrificar sus almas para "crear" la recompensa del reconocimiento, o de aquellos que la idea del "arte por el arte" los sigue acompañando, como si estuviéramos en 1903.
Y en la expo, se pueden detectar estas líneas (ya que la línea de horizonte, tristemente, no pudo detectarse): los que reconocieron el concepto y los que acomodaron una imagen independientemente de las dimensiones; las obras donde podía detectarse, no "dedicación" sino una reflexión visual que se acomodara a las condiciones del espacio, y quienes simplemente tomaron unas piezas que ya tenían y las montaron "porque sí". Los que no tuvimos la menor idea de cómo iba a desarrollarse el proyecto y terminaron dando un mal paso (y aquí estoy hablando de mi pieza. Simplemente no va en esa exposición. No supe qué hacer con el concepto. Y por lo tanto, no debí haber participado.), y los que produjeron algo que no se comprometió ni por un momento con las características de la expo.
Pero sobre todo, se marcaron las líneas, que separan a quienes desean hacer de su oficio una práctica de profundidades, de los que simplemente se les hace "chingón eso del arte y la expresión y esas cosas" y presentan algo bajo la premisa de que todo espacio, si es alternativo, debe incluirlos como parte de una "comunidad" que de todos modos no existe. O no existe por lo pronto, ya que muy probablemente, en un futuro próximo, este tipo de intentos medio fallidos será reemplazado por eventos más calculados y "eficientes" (qué horrible palabra, pero no encontré una que pudiera reemplazarla).
Lo que sí es que, en el inter, hay que trabajar. Mucho. Para que los eventos mejoren, para
perdón. . .para que los errores se aprendan y no se vuelvan a cometer. O si se cometen, que tengan por lo menos una buena excusa para haber existido.
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