soy estudiante de nuevo ingreso del tronco común de humanidades para la licenciatura en filosofía por la escuela de humanidades de la uabc tijuana, la cual está siendo impartida, por acuerdo entre dicha escuela y la facultad de ciencias humanas uabc mexicali, en las instalaciones de esta última. el grupo está heterogéneamente conformado por aproximadamente 20 alumnos que oscilamos entre los 18 y los 50 años, algunos de nosotros tenemos un criterio formado y muy fuerte, otros tantos somos muy abiertos en nuestras posiciones pero convencidos de ellas, y otros cuantos apenas comenzamos a conocer, sin embargo todos tenemos una postura individual bien definida basada en nuestros propios ideales y nuestra propia experiencia y, si no todos, al menos la mayoría estamos abiertos al resto de las posturas y argumentos incluso opuestos a los personales. somos conscientes de que estamos aquí para crecer y aprender, sabemos que nuestras ideas no son las únicas en el mundo y estamos dispuestos a escuchar otras y talvez alimentar las propias y, en el mejor de los casos, alimentar a otros con las nuestras. muchas cabezas y opiniones retroalimentan verdades (no absolutas, afortunadamente). estamos aquí, creo yo, en esta carrera de humanidades porque no nos conformamos con lo que vemos y oímos y buscamos más allá de lo que se nos dice, analizamos ahora la conducta humana con un ojo crítico (o tratamos de aprender a hacerlo), sin un filtro prejuicioso y asesino pero tampoco con un anarquismo falso. se trata de aprehendernos como humanos y darle valor y uso a esas redes y raíces que, por debajo de lo visible, mueven al mundo: las humanidades. no considero que compartamos el común denominador con el resto de los estudiantes universitarios por dos cuestiones, básicamente:
1. estamos estudiando el comportamiento humano no desde un pupitre y frente a un pizarrón en blanco, estamos, más bien, comenzando a estudiarlo en la vida misma, estamos analizando nuestras propias acciones y ahora, cada paso que vamos a dar lo analizamos y reflexionamos, cada palabra que pronunciamos, cada idea que proponemos, cada juicio que hacemos, nos estamos convirtiendo en nuestra propia materia prima y materia de estudio, y el analizar nuestra situación como estudiantes es parte de la misma formación que se supone estamos teniendo.
2. no somos un grupo de adolescentes que buscan obtener un premio llamado carrera universitaria o título, me atrevo a decir que todos estamos aquí por un propósito muy definido, por un deseo muy específico, pues si quisiéramos un título para ganar dinero no pisaríamos esta escuela, y este es un punto importante en la visión que se tiene de las humanidades en la sociedad: se nos dice locos, piratones y raros a los que nos preocupamos del porqué de las cosas y buscamos más allá y, claro, se subestima el valor de este interés y se piensa que un filósofo, un literato, un historiador, se morirá de hambre. lamentablemente, este pensamiento se ha venido convirtiendo en una realidad que no sólo la sociedad y la red económica en la que nos debemos mover nos avienta a la cara, sino que la misma universidad, la casa del saber, nos lo demuestra. el pasado viernes 15 de septiembre nos presentamos a la escuela tres compañeros, pues no habría clases ese día y creo que nosotros tres no teníamos otra cosa qué hacer (contamos con una programación de tiempos y actividades, a veces es triste, a veces no). nos invitaron a una plática los compañeros de filosofía de semestres más avanzados (3º y 4º) y hablaron de problemáticas a las que se están enfrentando y a las que, si no se resuelven, nos enfrentaremos nosotros también. el punto principal aquí es la importancia que se les está dando a las ramas de humanidades dentro de una universidad reconocida nacionalmente y dentro de una sociedad que nos considera locos y no da un quinto por nuestras ideas. los de primer semestre nos hemos enfrentado a la indiferencia por parte tanto de la escuela de humanidades tijuana, como de la facultad de ciencias humanas mexicali. no podemos contar con la infraestructura por la que aportamos un buen porcentaje en la cuota de inscripción, cuando esos fondos se van directamente a enaltecer la infraestructura de carreras que socialmente son muy aceptadas y realmente aportan fondos, carreras administrativas e ingenieriles. qué bueno que la universidad crezca, pero nosotros formamos parte de ella y ¿dónde quedamos? la información que se nos da es parcial y particularizada, cuando somos un grupo completo el que tiene la problemática (de las aulas no asignadas o en mal estado, de la identificación como estudiantes, de un alta de nuestro número identificador en el sistema universitario). hace poco envié un correo a nuestro coordinador de tronco común en tijuana hablándole de estas problemáticas en nombre del grupo con copia para los compañeros, y recibí una respuesta sólo yo en donde se dirige a mí como la única persona con esas preocupaciones y esperando que mis inquietudes hayan sido calmadas y que no dude en consultarle cualquier otra duda, si es que llego a tenerla, más adelante. ¿y dónde está el grupo al que yo estaba representando? apenas estamos ingresando pero estamos viendo (o estamos por ver) que, llegado el momento, talvez no tengamos a un maestro o asesor tangible, que no podremos discernir y debatir ideas como lo hemos estado haciendo hasta hoy, pues de pronto las clases serán por messenger en el mejor de los casos, o tendremos que abandonar la escuela por no poder asistir cada semana a tijuana a las clases, cuando entramos a la opción semiescolarizada precisamente por nuestras ocupaciones y poco tiempo disponible, además de tener que absorber con nuestra propia bolsa los gastos de la impartición de una educación por la que ya pagamos. no somos los porros de la unam, no nos quejamos de la cuota que pagamos aquí y estamos conscientes de que estar en la universidad es un lujo, lamentablemente, pero tampoco son cinco pesos los que pagamos como para no obtener ni material, ni infraestructura y, lo peor, ni clases. nos vendieron una carrera semiescolarizada, no una carrera virtual en línea, de esas carreras venden muchas en internet, pero nosotros estamos interesados en la humanidad, en su estudio, en su análisis, y ¿de qué forma podemos acercarnos a esos temas si no es con el contacto humano, el debate, la conjunción de ideas? los 20 compañeros de primer semestre apenas estamos comenzando a vislumbrar el significado de nuestro estudio, incluso nos topamos con nuestras propias ideas, se quebran ante nuestros ojos, entramos de pronto en crisis por estar tan convencidos de una cosa y enfrentarnos a otra visión de la misma y que, aunque no estemos de acuerdo, no nos parece del todo mal o, si nos parece mal, descubrimos que también cuenta con argumentos respetables. en la misma plática con los compañeros avanzados nos dimos encontronazos de ideas, y es difícil pasar por alto el prejuicio personal para superar la superficial situación y entrar en el fondo del asunto. estamos descubriendo que la práctica de nuestro estudio no será en un libro ni en la participación en cada clase, sino en la vida misma, en la propia experimentación de la consciencia de nuestras acciones y pensamientos. por lo mismo, tenemos ahora la responsabilidad de ser más analíticos cada vez, de no conformarnos con lo que se nos ponga enfrente sino buscar más, preguntar más, querer saber más. cuestionar. si nos quedamos inertes, pasivos, recibiendo lo que nos dé nuestra escuela, nuestras clases, los libros encargados de tarea, no estaremos aprendiendo de verdad lo que se supone nos interesa, no estaremos poniendo en practica en análisis que estudiamos, no estaremos pensando, razonando, proponiendo. ¿de qué se trataría, pues, nuestra vida? ¿cuál sería el chiste de interesarnos por las humanidades si nos las pasamos de largo? claro, afortunadamente eso no esta pasando, pero estamos en el filo de la navaja, en el vértice que nos llevaría, por un lado, a la mediocridad de la pasividad y la espera de respuestas con preguntas ni siquiera formuladas, y por otro, a la cuestión y la práctica, a la propuesta de ideas, al pensar y crecer, al asirnos como humanos, voltear adentro y exponer hacia fuera. está en nosotros mismos el ubicarnos como pensadores y expositores de críticas y propuestas, y hacer del estudio de la conducta y del pensar humano, algo nuevamente respetable. * silvio rodríguez, playa girón
1. estamos estudiando el comportamiento humano no desde un pupitre y frente a un pizarrón en blanco, estamos, más bien, comenzando a estudiarlo en la vida misma, estamos analizando nuestras propias acciones y ahora, cada paso que vamos a dar lo analizamos y reflexionamos, cada palabra que pronunciamos, cada idea que proponemos, cada juicio que hacemos, nos estamos convirtiendo en nuestra propia materia prima y materia de estudio, y el analizar nuestra situación como estudiantes es parte de la misma formación que se supone estamos teniendo.
2. no somos un grupo de adolescentes que buscan obtener un premio llamado carrera universitaria o título, me atrevo a decir que todos estamos aquí por un propósito muy definido, por un deseo muy específico, pues si quisiéramos un título para ganar dinero no pisaríamos esta escuela, y este es un punto importante en la visión que se tiene de las humanidades en la sociedad: se nos dice locos, piratones y raros a los que nos preocupamos del porqué de las cosas y buscamos más allá y, claro, se subestima el valor de este interés y se piensa que un filósofo, un literato, un historiador, se morirá de hambre. lamentablemente, este pensamiento se ha venido convirtiendo en una realidad que no sólo la sociedad y la red económica en la que nos debemos mover nos avienta a la cara, sino que la misma universidad, la casa del saber, nos lo demuestra. el pasado viernes 15 de septiembre nos presentamos a la escuela tres compañeros, pues no habría clases ese día y creo que nosotros tres no teníamos otra cosa qué hacer (contamos con una programación de tiempos y actividades, a veces es triste, a veces no). nos invitaron a una plática los compañeros de filosofía de semestres más avanzados (3º y 4º) y hablaron de problemáticas a las que se están enfrentando y a las que, si no se resuelven, nos enfrentaremos nosotros también. el punto principal aquí es la importancia que se les está dando a las ramas de humanidades dentro de una universidad reconocida nacionalmente y dentro de una sociedad que nos considera locos y no da un quinto por nuestras ideas. los de primer semestre nos hemos enfrentado a la indiferencia por parte tanto de la escuela de humanidades tijuana, como de la facultad de ciencias humanas mexicali. no podemos contar con la infraestructura por la que aportamos un buen porcentaje en la cuota de inscripción, cuando esos fondos se van directamente a enaltecer la infraestructura de carreras que socialmente son muy aceptadas y realmente aportan fondos, carreras administrativas e ingenieriles. qué bueno que la universidad crezca, pero nosotros formamos parte de ella y ¿dónde quedamos? la información que se nos da es parcial y particularizada, cuando somos un grupo completo el que tiene la problemática (de las aulas no asignadas o en mal estado, de la identificación como estudiantes, de un alta de nuestro número identificador en el sistema universitario). hace poco envié un correo a nuestro coordinador de tronco común en tijuana hablándole de estas problemáticas en nombre del grupo con copia para los compañeros, y recibí una respuesta sólo yo en donde se dirige a mí como la única persona con esas preocupaciones y esperando que mis inquietudes hayan sido calmadas y que no dude en consultarle cualquier otra duda, si es que llego a tenerla, más adelante. ¿y dónde está el grupo al que yo estaba representando? apenas estamos ingresando pero estamos viendo (o estamos por ver) que, llegado el momento, talvez no tengamos a un maestro o asesor tangible, que no podremos discernir y debatir ideas como lo hemos estado haciendo hasta hoy, pues de pronto las clases serán por messenger en el mejor de los casos, o tendremos que abandonar la escuela por no poder asistir cada semana a tijuana a las clases, cuando entramos a la opción semiescolarizada precisamente por nuestras ocupaciones y poco tiempo disponible, además de tener que absorber con nuestra propia bolsa los gastos de la impartición de una educación por la que ya pagamos. no somos los porros de la unam, no nos quejamos de la cuota que pagamos aquí y estamos conscientes de que estar en la universidad es un lujo, lamentablemente, pero tampoco son cinco pesos los que pagamos como para no obtener ni material, ni infraestructura y, lo peor, ni clases. nos vendieron una carrera semiescolarizada, no una carrera virtual en línea, de esas carreras venden muchas en internet, pero nosotros estamos interesados en la humanidad, en su estudio, en su análisis, y ¿de qué forma podemos acercarnos a esos temas si no es con el contacto humano, el debate, la conjunción de ideas? los 20 compañeros de primer semestre apenas estamos comenzando a vislumbrar el significado de nuestro estudio, incluso nos topamos con nuestras propias ideas, se quebran ante nuestros ojos, entramos de pronto en crisis por estar tan convencidos de una cosa y enfrentarnos a otra visión de la misma y que, aunque no estemos de acuerdo, no nos parece del todo mal o, si nos parece mal, descubrimos que también cuenta con argumentos respetables. en la misma plática con los compañeros avanzados nos dimos encontronazos de ideas, y es difícil pasar por alto el prejuicio personal para superar la superficial situación y entrar en el fondo del asunto. estamos descubriendo que la práctica de nuestro estudio no será en un libro ni en la participación en cada clase, sino en la vida misma, en la propia experimentación de la consciencia de nuestras acciones y pensamientos. por lo mismo, tenemos ahora la responsabilidad de ser más analíticos cada vez, de no conformarnos con lo que se nos ponga enfrente sino buscar más, preguntar más, querer saber más. cuestionar. si nos quedamos inertes, pasivos, recibiendo lo que nos dé nuestra escuela, nuestras clases, los libros encargados de tarea, no estaremos aprendiendo de verdad lo que se supone nos interesa, no estaremos poniendo en practica en análisis que estudiamos, no estaremos pensando, razonando, proponiendo. ¿de qué se trataría, pues, nuestra vida? ¿cuál sería el chiste de interesarnos por las humanidades si nos las pasamos de largo? claro, afortunadamente eso no esta pasando, pero estamos en el filo de la navaja, en el vértice que nos llevaría, por un lado, a la mediocridad de la pasividad y la espera de respuestas con preguntas ni siquiera formuladas, y por otro, a la cuestión y la práctica, a la propuesta de ideas, al pensar y crecer, al asirnos como humanos, voltear adentro y exponer hacia fuera. está en nosotros mismos el ubicarnos como pensadores y expositores de críticas y propuestas, y hacer del estudio de la conducta y del pensar humano, algo nuevamente respetable. * silvio rodríguez, playa girón
7 comentarios:
chale, chale chale carnal.
Bueno, no soy porro efectivamente, pero tampoco quiero quedarme sentada, si me parece necesario platicarlo y mas porque nosotros los de filosofia tendremos mas broncas, somos 3 nada mas, sera peor con el paso de los semestres. Te veo mañana y comentamos.
Gabriela Quintero
hakuna matata
una forma de ser...jajajajaa
Cuando no reciben la respuesta correcta a su carta, las personas generalmente optan por establecer comunicación con el de arriba del organigrama.
en esas estamo, karla, no es esta una queja sin sentido, es comentario para los compañeros, para ponerlos las pilas y dar el siguiente paso. en esas andamos... ya se vera.
Ok! LU PI TA!
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