martes, noviembre 18, 2008

hoy

ya regresé de mis minivacaciones, a saber: viernes de fabulosos cadillacs en tijuana!!! (un caos total, ticket master méxico apesta!!! al menos acá en el norte). un buen concierto de dos horas y media, que bien valieron la pena las tres horas de filas y esperas y los tres días de dolores en el cuerpo de tanta danza y smooth slam, yeahhh!!!

el domingo genial al terminar de leer las amantes, de jelinek. aún estoy conmocionada por el final... no inesperado pero sí, sabes cómo??? tanto que no pude seguir con erika kohut ayer, ya continuaré hoy!!!

sin más por el momento, o mucho qué decir, nos vemos al rato!!!

viernes, noviembre 07, 2008

jelinek

estoy absorta con elfriede jelinek.
ya les tocará que les hable de ella, el 4 de diciembre en el áula magna de la biblioteca del estado.

me estoy enajenando de jelinek. me estoy enfermando de jelinek. me estoy abismando de jelinek. me estoy enamorando de jelinek. me estoy regocijando de jelinek. estoy odiando a jelinek. estoy abismándome en jelinek. estoy consumiendo jelinek-jelinek-jelinek. estoy disfrutando ser jelinek cuando me escombro en las palabras de jelinek y muerdo como jelinek y siento como jelinek y grito como jelinek y juzgo como jelinek y leo como jelinek. estoy disfrutando ser brigitte y paula y heinz y erika y jelinek-jelinek-jelinek.

miércoles, noviembre 05, 2008

no crean que se me olvidó!!!

la muerte quiso venir
a darse la vuelta un rato
a este desierto ingrato
y hacer a algunos morir.

pues pobre de la flaquita
que al llegar a la salada
estaba ya bien quemada
y reseca la boquita.

más no se rajó y ni madres,
no quiso salir corriendo:
“ni piensen que me ando yendo,
si ya ando haciendo comadres”.

y así la negra seguía
mientras los días pasaban,
las gentes se acostumbraban
a verla ya de cerquita.

la fuimos hasta queriendo
y nos fuimos olvidando
del temor, horror y miedo
que uno cree que va sembrando.

pero ella nunca olvidó
su plan eterno de muerte,
pensó para sí “¡qué suerte!
pa’ matar sí me gustó”.

se puso a matar a todos
los chicaleneses parejos:
que si pochos, que si viejos,
que si cholos y pankillos,
que si emos bien chiquillos,
que si listos y pendejos,
wannabes y ricachones,
políticos y estudiantes,
doñas bichis y en calzones,
infieles y sus amantes,
antreros, amargaditos,
presumidos y fileros,
batos feos y guapitos,
morras gachas y bien cueros,
incluso a lo más culeros
se los traía bien cortitos.

pero nadie se enteró
de las fechorías mortales,
éramos todos iguales
nomás que con más calor.

la catrina se quedó
cumpliendo su cometido
y se hizo aquí su panteón,
su paraíso perdido.

bien muertos estamos todos
y ninguno lo descubre,
el sol quema como lumbre,
no sentimos ni los codos,
pero nadie dice nada
del calor que se incrementa,
que hasta la madre nos mienta:
¡ya nos llevó la chingada!